jueves, abril 26, 2012

YPF Y LOS CUERVOS DE SIEMPRE

YPF RECUPERADA Y LOS CUERVOS DE SIEMPRE











La impactante noticia de la renacionalización del icono de la soberanía nacional, como lo es YPF, causó gran alegría a la mayoría de los ciudadanos de este país de los cuales me incluyo. Sin embargo las voces de la recalcitrante ultraderecha pusieron el grito en el cielo, defendiendo “la legitimidad” de los concesionarios de nuestra fuente de divisas y de producción de combustibles estratégicos. Algunos medios hegemónicos como Clarin, La Prensa, y tantos otros de la misma calaña salieron a pegarle al gobierno por este proyecto, sin caérseles la cara de vergüenza, pero si haciendo sentir vergüenza ajena. Sumado a estos voceros que ya sabemos a que responden, también lo hicieron algunos falsos políticos truchos, que como en el caso del mamarracho de Macri, quisieron demostrar que dentro de un año estaríamos peor porque le hemos mojado la oreja a la madre patria, (¿madre?), tan en crisis y caótica como nuestra experiencia argentina de la década del 90, cuando esos mismos “apasionados” defensores del neoliberalismo fueron partícipes necesarios de la entrega y la desnacionalización vergonzante de nuestro patrimonio, con las consecuencias que todos sabemos. ¿Quiénes son estos sátrapas para unir sus voces a los intereses extranjeros? Son aquellos que le ordenaron a los militares de turno un golpe mortal a nuestra economía, dejando un tendal de muertos, desaparecidos, bebés robados, miseria y atraso brutal en nuestra sociedad, tan castigada y manoseada con promesas de mejor bienestar.

Lamentablemente estas teorías han tenido eco en algunos sectores de clase media que por creerse más ilustrada, apoyaron este modelo de exclusión social, sin darse cuenta que también a ellos los perjudicaba. Cierto grado de pacatería individualista y de aquellos que quieren llegar pero no pueden al rango de los ricos, porque para ser rico deberían pertenecer justamente a esa clase, pero seducidos por esa riqueza que está en poder de pocos, fue la causa principal de la debacle de nuestro país que culmino con la gente en la calle reclamando sus ahorros, esos mismo que les fueron robados por querer ser como ellos.

Ahora resulta que estos grupos que no tienen memoria siguen creyendo en la economía liberal, como un ideario de prosperidad, y son los principales detractores de que las áreas estratégicas de la economía vuelvan a sus fuentes, manejadas por un estado responsable. Todo esto resulta del producto medios de comunicación y necedad de una clase media, demasiado acostumbrada a ver más arriba del hombro a los humildes, a los trabajadores y a los de su propia clase que no pudieron alcanzar un objetivo. Una pequeña zaga de pseudo “intelectuales” hablan de dejar todo como estaba, oponiéndose a todas las medidas populares que toma el gobierno, ayudados por la derecha y los patrones de esos multimedios que envenenan permanentemente a la población, con pronósticos oscuros, terremotos y caídas, como si no fuera poco lo que está ocurriendo en el mundo y especialmente en Europa, con España incluida, Grecia y demás países de la Unión europea. La extensa lista de especuladores que centran sus expectativas en la caída de este gobierno, ayudados por los Lanata, Longobardi, Majul, Van der Koy, Pagni, Llach, Fontevecchia sin olvidarnos del mafioso de Grondona (el “periodista”), Bonelli, Nelson Castro, Leuco, etc. y que reciben sus sueldos jugosos de los defensores del libre albedrio económico, a los que se suman entusiastas, algunos políticos de derecha que no trepidan en criticar estas medidas de corte progresistas.

Me gustaría saber que habría ocurrido si estas medidas hayan sido como en la Cuba de Fidel, sin indemnizaciones ni contemplaciones de ningún tipo y que se hubiera diseñado la Reforma Agraria, con la distribución de la tierra de manera colectiva. Ni siquiera pensar en las medidas de Hugo Chaves y Evo Morales con sus políticas progresistas a favor de la población mas necesitada.

Lo ocurrido aquí, es solo una parte de lo que debería ser para recuperar nuestro patrimonio que es el de todos, debería pensarse también en la Telefonica, en el Gas, en la Electricidad, en las concesionarias de las rutas cuyos peajes son aumentados indiscriminadamente. Y un capitulo aparte es la recuperación de nuestros ferrocarriles, como transporte económico y seguro.

De todas maneras, no nos quitaran esta alegría que sentimos todos los argentinos por haber recuperado nuestra riqueza mas estratégica, esperando que se continúe en este camino.